Algunos de los participantes en la manifestación que tuvo lugar en Valencia el pasado 19 de junio, una de las más multitudinarias desde la transición, han comenzado a recibir multas por haber incumplido el trayecto pactado con Delegación de Gobierno. Acción, reacción. Si los indignados del 15M han estado llevando la iniciativa en los últimos meses, con acciones reivindicativas para cambiar la sociedad y hacer una democracia más real, ahora ha llegado la reacción del Gobierno en forma de sanciones. Así, algunos de los participantes en la manifestación que tuvo lugar en Valencia el pasado 19 de junio, una de las más multitudinarias desde la transición, han comenzado a recibir multas por haber incumplido el trayecto pactado con Delegación de Gobierno. Los manifestantes se enfrentan una sanción entre 300 euros y 6.000.
En el expediente sancionador se utilizan como argumentos para proceder a la sanción que ''el 19 de junio, en la manifestación comunicada y organizada por el Movimiento 15M, en la que usted se identificó ante la Policía Nacional como responsable, ofreciéndose a colaborar y a respetar el recorrido, se modificó el mismo. Estando previsto el paso por Plaza de Tetuán-General Tóvar-Palacio de Justicia, cuando se encontraba en la plaza de Tetuán se varió, desviándose por la calle General Polanco. Al comunicarle esta incidencia, hace caso omiso a las indicaciones de la policía. Posteriormente al llegar frente a la Delegación del Gobierno, calle de Colón número 60, donde debería finalizar, tras una sentada, se dirigen a la Plaza del Ayuntamiento, donde bloquean el tránsito frente al consistorio, dándose por finalizada la manifestación sobre las 0 horas, cuando el horario previsto eran las 21 horas''.
En respuesta, Adoración Guamán ha señalado, en declaraciones a EPDA, que ''la organización colectiva de la manifestación, que funcionó como funciona el 15M de manera abierta y horizontal, no fue entendida por la policía que se empeñó en identificar a dos personas como "organizadores" y "responsables". El agente de policía que nos identificó no llevaba su número de identificación visible. De esta manera, identificados bajo coacción personal, seguimos nuestra tarea en la manifestación en colaboración con el resto de compañeras y compañeros. Intentando en todo momento que la manifestación transcurriera, tal y como sucedió, de manera absolutamente pacífica y altamente reivindicativa''.
''Pero el magnífico resultado conseguido por la ciudadanía valenciana ha atemorizado a las autoridades, en particular al Ministerio del Interior y a su mano ejecutora, la Delegación del Gobierno. Éstos han pasado de la violencia directa a la indirecta, de la agresión con la porra a la agresión económica, del intento de atemorizarnos de manera colectiva a la búsqueda de provocarnos miedo de manera individual. Y así, semanas después, están lloviendo las multas a los participantes del 15M. En particular, por la identificación en la manifestación, hemos recibido la comunicación del acuerdo de iniciación del expediente sancionador, con la calificación de infracción grave por no haber "colaborado suficientemente" con la policía al permitir que la manifestación se desviara de su recorrido. Una vez más queda demostrado que las autoridades ni comprenden, ni escuchan ni tienen ningún tipo de intención de cambiar su modo de actuar a pesar del clamor ciudadano'', ha señalado Guamán.
''En primer lugar, en ningún momento se ha querido colaborar con las fuerzas que, claro está, ejercen la violencia de estado contra el 15M. Su colaboración con nosotros ha sido la de la porra y el miedo. La voluntad de "diálogo" del Gobierno está siendo la de la amenaza, persecución política y violencia económica. El movimiento 15M toma la calle, la toma porque la calle es de las ciudadanas y ciudadanos, porque sus reivindicaciones representan el sentir mayoritario de la ciudadanía y porque no tiene miedo a las porras ni a la represión política que nos ha tenido paralizados tantos años. Por eso, la manifestación, viva y mutable como el movimiento, tomó una ruta ligeramente distinta a la planificada. Todas y todos somos responsables de ello y todas y todos nos sentimos en ese momento más vivas que nunca al ver el despertar colectivo de Valencia. Las multas seguirán llegando, la represión política se recrudece pero nosotras seguimos en la calle, en los barrios, en el debate y en la construcción de un aprendizaje colectivo solidario que cuestiona el sistema establecido, desde sus raíces. Por eso nos temen. Seguimos adelante'', concluye.
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