El preso anarquista Harold Thompson(1942-2008) falleció el pasado 11 de noviembre tras sufrir un ataque al corazón en la prisión de Tennessee donde estaba recluido.
Para quienes no le conocieran, Harold H. Thompson era un prisionero anarquista que estaba cumpliendo su condena a cadena perpetua en Tennessee, Estados Unidos. Pertenece a la primera generación Irlandés-Americana y nació el 9 de abril de 1942 en Huntington, al oeste de Virginia, donde sus padres (ambos fallecidos) se asentaron tras huir de “los problemas” de Irlanda. Harold pasó su infancia en un ambiente hogareño, donde la política era un tema típico de conversación. Se interesó en el anarquismo en una edad temprana, a raíz de escuchar los distintos debates entre su padre y amigos. Su afinidad con el anarquismo se solidificó tras realizar una tarea para el servicio militar durante la guerra de Vietnam, de la cual fue relevado tras ser herido. Luego fue miembro activo del movimiento anti-guerra, asociado con el grupo Veteranos de Vietnam contra la guerra durante las décadas del 60 y 70, la era de la desobediencia y la lucha de las masas civiles en América.
Desde finales de la década del 60 y en adelante, Harold tuvo reiterados conflictos con la policía y el sistema legal, juntando dinero para subsistir y realizando actividades de corte político fuera de la ley. Un tiempo en las cárceles de Ohio, Georgia y Tennessee, fueron el resultado de estos actos de expropiación.
Harold tuvo dos hijos (con diferentes madres); la madre del mayor fue asesinada en 1978. Su asesino, Walter Douglas Crawley fue sentenciado de por vida y luego liberado tras una apelación para convertirse en un informante de la policía. El mismo día en que fue liberado, Crawley fue oído por casualidad amenazando al hijo de Harold y otro chico que había testificado en su contra durante el juicio. Crawley se jactó de “no tener nada que perder” después de haber sido sentenciado de por vida tras el asesinato. En Chattanooga, cuatro días más tarde, siendo el mes de octubre de 1979 Crawley fue tiroteado estando en un bar; su enmascarado agresor corrió hacia un auto que lo esperaba y escapó en la noche. Tras diez días y un amplio dispositivo de búsqueda y recompensa de captura para Harold, éste fue arrestado y acusado de asesinar a Crawley. También se le acusó de expropiar dinero de una joyería para financiar actividades políticas. Por estos incidentes, Harold fue sentenciado a 50 años de prisión después de pasar por una serie de juicios netamente ridículos y parciales. Más tarde, Harold fue castigado con 21/75 años por un segundo tiroteo que ocurrió en Cleveland, Ohio. Durante este tiempo, sufrió un golpe dejándolo en coma durante tres semanas.Trasuna cirugía cerebral fue diagnosticado epiléptico.
En noviembre de 1986, Harold pasó 5 años y 4 meses en una prisión de máxima seguridad/incomunicada tras un fallido intento de fuga en una prisión al Este de Tennessee. Fue acusado de intento de homicidio de tres guardias, el secuestro de uno de ellos como rehén, posesión de explosivos y armas peligrosas; e intento de fuga. El juez sentenció a Harold a 31 años adicionales.
En julio de 1993, tras ser relevado de la prisión incomunicada por 15 meses, fue acusado de conspiración por tener posibles planes de fuga, según se afirma, basados en los datos de un “informante confidencial” externo a la prisión. Fue trasladado nuevamente a la prisión de máxima seguridad/incomunicada, donde permaneció hasta marzo.
El trabajo legal que Harold realizaba como abogado penal para los reclusos consistía mayormente en apelar a los fallos que se han establecido contra otros prisioneros, planeando sus sumarios para el arbitraje que se realiza comúnmente en las cortes, uniendo las quejas de los derechos civiles en defensa de los prisioneros que fueron abusados y cuyos derechos han sido violados. Recopilaba todas las injusticias y malas acciones perpetradas en las prisiones y las cortes.
Tales actividades convergieron en diversas e intensas provocaciones y hostigamiento por parte de los careceleros, especialmente por haber brindado incontables veces su ayuda a prisioneros negros con problemas legales, algo que en el sur de los Estados Unidos no es bien visto debido al alto prejuicio racista que crece día a día. La persecución política a Harold Thompson incluye confiscación de sus materiales legales y sus libros de leyes en los frecuentes allanamientos a las celdas; sin olvidar que fue víctima de un complot en su contra en el año 1993.
Harold resumía muy bien sus valores como ser humano y como anarquista:
“Soy anti-autoritario, anti-racista, anti-sexista, anarquista revolucionario de orgullosas raíces irlandesas. También soy vegetariano y apoyo fervientemente el movimiento por la liberación animal. Represento los derechos civiles/humanos y no voy a descansar, no me inclinaré ni dejaré ser intimidado. Me solidarizo con toda la gente que lucha contra la opresión, pero particularmente con mis hermanos y hermanas del movimiento anarquista"
Para más información en inglés sobre su muerte visita la página web de Harold Thompson
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