12 oct 2010

El estado policial demócrata

Hace unos días la subdelegada del Gobierno en Burgos, Berta Tricio, hacia unas declaraciones en las que se felicitaba a ella misma por el buen trabajo en materia de “seguridad” que se hace en Burgos. La “seguridad” demócrata es una de esas mentiras que retumban todos los días en nuestras cabezas y que tiene un único tratamiento: Mas policía.

bertaYApa

Aprovechando la festividad de “Los Ángeles Custodiosos” Berta como buena política no dudo en volver a repetir esa mentira, como recomendó en su día Goebbels, que ya ha asimilado mucha gente como verdad, que el número de policía es directamente proporcional a el número de actos delictivos y al de sensación de seguridad.

La patraña que Berta nos quiere hacer tragar, día si día también, mientras se tira claveles no tendría éxito si su receptores viviesen en países como Japón o Noruega, donde la policía brilla por su ausencia y el índice de criminalidad es muy, muy bajo. Pero a Berta eso la da igual dado que Berta tiene una campaña política y esa campaña es traer más policías a Burgos, más presos y más causas judiciales en estos tiempos de recortes sociales y contención del gasto público. No quiere alboroto en las calles.

Pero Berta fue un poco mas lejos y dio una vuelta de tuerca más a esa mentira asegurando que la policía hace una función preventiva. La policía, salvo la que aparecía en la película de ciencia ficción Minority Report, no es capaz de prevenir el crimen, su función no es la prevención dado que su efectividad, evidentemente, seria nula.

El día 25 de Septiembre en la Plaza del Cid debido a una concentración antifascista asistí a un despliegue policial donde los policías metían porrazos y trincaban a gente por discutirles o querer circular libremente mientras otros de sus compañeros se dedicaban a controlar que nadie sacase fotos cuando los otros repartían porrazos y si se te ocurría tal crimen era probable que te quedases sin cámara o fueses a comisaria con ellos bajo la escusa de “sale mi cara”. Una actitud propia de cualquier malhechor profesional, mucha de la gente que pasaba por la Plaza del Cid ese día recrimino a la policía su actitud, pero la policía esta por encima del bien y del mal y los maltratos y dejaciones a ciudadanos quedan impunes o peor aún, puedes salir trasquilado bajo los habituales cargos de atentado contra la autoridad y unas hostias bien dadas y fundamentadas.

La policía, amigos, no da seguridad, ni previene de crímenes e incluso aveces ni los disuade y muchas veces los comete con una asiduidad e impunidad que sorprender. La única función lógica de la policía es conservar el orden establecido mientras simulan civismo de cara a la galería, punto. Si sigues el orden establecido, no tendrás problemas, de lo contrario, pese a que tus actos sean loables, éticos e incluso valientes te toparas con ellos. Ningún político ni policía te explicara las diferencias entre legal y ético ellos juegan a hacer pensar que son sinónimos.

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