27 dic 2009

[Rumanía] Entrevista con anarquistas de Iaşi

Desgraciadamente se oyen muy pocas cosas del movimiento anarquista en Rumanía. L@s compañer@s de Actiunea Antifascista (Acción antifascista) y la Federatia Anarhista (Federación Anarquista) de Iaşi organizaron una manifestación el 9 de noviembre «contra el fascismo, el racismo y todas las formas de discriminación». En la manifestación participaron hasta 50 personas. Fue la única manifestación de este tipo en todo el año en Rumanía.

Con apenas 310.000 habitantes, Iaşi (se pronuncia Yash) es la cuarta ciudad más grande de Rumanía. Se encuentra en el noroeste del país, a unos 20 km de la frontera con la República de Moldavia. En ella hay huellas anarquistas que se remontan a los comienzos del siglo XX. En ella se publicaron textos anarquistas que se difundieron luego por el país. También es la ciudad natal del conocido representante del anarquismo pacifista Eugen Relgis (nacido Eugen Sigler), nacido el 2 de marzo de 1895.
En una entrevista con Syndikalismus.tk, l@s compañer@s se explayaron hablándonos sobre la manifestación, la situación del movimiento anarquista en el país y las múltiples dificultades a las que se enfrentan. Una vez más, aprovechar para darle las gracias por la entrevista a l@s compañer@s de Iaşi. Traisca Anarhia!
«El movimiento antifascista y el movimiento anarquista de Iaşi son prácticamente lo mismo» – Entrevista con anarquistas de Iaşi (Rumanía)
Syndikalismus.tk: El 9-11-2009 realizasteis una manifestación en vuestra ciudad, Iaşi, «contra el fascismo, el antisemitismo y todas las formas de discriminación». ¿Qué tal fue? ¿Pudisteis hacerle llegar vuestra postura a la población? ¿Cómo se portó la policía?
Actiunea Antifascista: Antes que nada, tenemos que decir que aquí en Rumanía es realmente difícil organizar una manifestación, sobre todo si es contra el racismo y la discriminación. Hay que acertar a transmitir muy bien tus motivos para organizar la mani, lo cual es muy marciano, porque te obliga a hablar y debatir mucho sobre el racismo, l@s gitan@s, la minoría húngara y l@s neolegionari@s. Hay que explicar muy bien por qué la gente tiene que apoyar la mani, aunque a nosotros nos parezca que ninguna persona cuerda debería necesitar grandes explicaciones para apoyar algo así.

Durante la organización de la mani tuvimos que avisar con dos semanas de antelación al ayuntamiento, la comisaría central de policía y la gendarmería [una especie de unidad policial militarizada de intervención especial] y presentarles a todos exactamente la misma solicitud para que autorizaran la marcha. Creamos un blog antifa —www.actiuneaantifascista.blogspot.com— y publicamos en él información sobre las tendencias fascistas en el país, el peligro de la Iglesia, los medios de comunicación de masas y el Estado. Repartimos cientos de octavillas, pusimos cientos de anuncios en la calle y en las facultades y enviamos un montonazo de correos electrónicos. Incluso acudimos a la comunidad judía de la ciudad para invitarles a la marcha, aunque sólo uno de ellos acudió y nos apoyó.
Desgraciadamente, a la mani sólo acudimos unas 40-50 personas. Pero teníamos 12 cartelones y una pancarta grande que llevaban dos personas, dos banderas rojinegras anarquistas y una gran bandera antifa (que habíamos comprado este mismo verano en Berlín). Además teníamos dos pancartas negras grandes escritas en rojo. En una ponía «Solidaridad con los trabajadores de China y Bangladesh» (en la ciudad hay algun@s trabajador@s asiátic@s) y «El racismo es la amenaza más enfermiza de unas personas contra otras: el máximo de odio con el mínimo de razón». También teníamos un megáfono que resultó muy útil y con mucho volumen en el que pusimos algo de música: Alerta antifascista de Sin Dios, Keny Arkana/la rage y algo de anarcopunk rumano (The terror art band). Repartimos un montón de octavillas y daba la impresión de que la gente por la calle nos miraba con simpatía. Algun@s nos dijeron que les parecía buena idea (la mani), pero que teníamos que mandarle una carta a Corneliu Vadim Tudor, el líder del PRM [Partidul Romania Mare, Partido de la Gran Rumanía] y ponerle a parir. También hubo un par de tíos con un cochazo que se acercaron con el coche a gritarnos «¡EEEEEEEh! ¿Qué pasa? ¿Iros a caaaaasaaaaaa!».
La policía no fue del todo correcta con nosotr@s. Había gente que llevaba pancartas y cartelones en el flanco izquierdo de la mani y había dos coches de la policía que iban justo al lado, por lo que a ratos era imposible que la gente pudiera leer desde la acera lo que ponía. Un madero me vino me dijo que «no está permitido» poner en los carteles «Fuck Hitler! Fuck Stalin! Fuck Corneliu Zelea Codreanu!». Pero no le hice caso, así que de poco le valió. También intentaron hacerse los chulos con nosotros, mencionaron algunas leyes y otras cosas pero acabaron quedando como unos pringados cuando les sacamos algunos textos legales impresos y vieron que sabíamos lo que hacíamos. Después de la mani, un compañero vio entrar a un hotel a un hombre con una camiseta verde que ponía POLIZEI. Pues sí, era un madero alemán. Pero no sabemos qué haría en Rumanía así vestido.
Los medios de comunicación no parecieron demasiado interesados por nuestra mani. Sólo se acercaron de dos programas de televisión y un periódico nos llamó. En cualquier caso, nos negamos a concederles ninguna entrevista porque habían estado todo el año publicando noticias racistas, un montón de noticias poniendo mal a l@s gitan@s, asociaban la palabra anarquía con enfermedad, catástrofes y, como no, con caos. Así que uno de los equipos de televisión se fue de la mani, pero el otro parecía interesado de verdad en la mani. Y en sus noticias dijeron cosas sobre nosotr@s que de verdad estuvieron bien. Entrevistaron a dos viandantes que hablaron con mucho entusiasmo sobre nuestra acción y entrevistaron a una compañera de Francia. También el periódico Buna Ziua Iaşi [Buenos días Iaşi] habló bien de nosotr@s.

Per a llegir la resta de la entrevista, visita aquest enllaç de alasbarricadas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario