Cerca de 5000 personas se manifestaron en los alrededores del viejo aeropuerto para reclamara por el desuso en el que lleva desde hace años.
Las miles de personas que acudieron al antiguo aeropuerto de Tempelhof no fueron suficientes como para poder cumplir el objetivo que se habían marcado: su ocupación.
Ante el impresionante despliegue policial de cerca de 1500 agentes, poco pudieron hacer los activistas para traspasar las vallas que rodeaban el recinto. Los intentos se produjeron a lo largo de todo el día con un saldo de 102 personas detenidas, siendo tres de ellos con cargos según las propias fuentes de la policía.
Guardias de seguridad patrullando constantemente el terreno, coches de la policía en las calles cercanas al terreno, grandes focos instalados en los lugares accesibles, la colocación de lanzaaguas y tanques de desalojo, así como los cientos de policías infiltrados tuvieron la culpa de que el objetivo de liberar el terreno en desuso del aeropuerto para fines sociales pudiera llevarse a cabo. Una vez más, las autoridades consiguieron hacer el trabajo sucio de los especuladores.
Hubo varios enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas del orden, utilizando medidas contundentes para disolver a los activistas, produciéndose un momento de tensión al empuñar su pistola un agente para amenazar directamente con su utilización ante un grupo de activistas que le tenían acorralado.
El hecho anecdótico de la jornada ocurrió a las 3 de la madrugada del 21 de junio cuando dos activistas que consiguieron acceder al aeropuerto, los demás intentos se quedaron como mucho en la superación de la valla de acceso.
Otras acciones destacadas
En los últimos días se realizaron otro tipo de acciones como la ocupación el 15 de junio del instituto Otto-Suhr en el contexto de la huelga general educativa que está teniendo el país en contra de la mercantilización de la educación, y participando en una manifestación de más de 20000 personas. Así mismo, se ha ocupado el edificio principal de la universidad Humboldt, siendo una acción simbólica puesto que al rato los ocupantes abandonarían el edificio.
Por otra parte, el día anterior, el 14 de junio, se decoró el complejo Marthashof, como una acción más de la campaña de lucha contra la gentrificación, ya que se considera que este tipo de proyectos de lujo hace que se revaloricen los espacios y aumenten el precio de los alquileres, siendo cada vez mayor el número de berlineses que se gastan la mitad de su salario para obtener un alquiler.
El 16 de junio también se decoró la fachada de los Marker, una asociación de estudiantes de carácter nacionalista, racista, sexista y militarista para consolidar posiciones conservadoras y ultraderechistas y hacerlas presentables en la sociedad.
El 18 de junio le tocó el turno al Deutsche Bank, que fué ocupado simbólicamente y realizándose una concentración ante sus puertas de más de 400 personas.
Por último, el día anterior a la ocupación del aeropuerto de Tempelhof, varios solidarios de Friburgo gastaron una pequeña broma a la policía local tras hacer un falso llamamiento de ocupar un tren de alta velocidad (allí conocido como ICE) para acudir en apoyo de los compañeros berlinenses. Rápidamente las autoridades dieron la voz de alarma y poblaron la estación central, siendo el tren con destino a Berlín trasladado a otro andén, teniendo que enseñar todos los pasajeros sus billetes y siendo especialmente controlados los pasajeros de primera clase pues se sospechaba que hubiera activistas disfrazados.
También en Tesalónica, Grecia, se realizó una manifestación en solidaridad con los espacios libres de Berlín.
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