Eran sobre las 02:00 del domingo 24 de mayo, frente a un parque de la C/ Menasalbas, en Ciudad de los Angeles (Usera) en Madrid, cuando la familia ecuatoriana de Mónica Llumiquinga (46 años) bajaba del coche en la despedida de su hijo de 18 años que retornaba a Quito (Ecuador), su ciudad natal. De súbito, procedente del parque, se presentó un joven, de unos 25 años, gritando “putos extranjeros de mierda”, “largaos a vuestro puto país”, “os voy a meter de hostias a todos”, “os vamos a matar”…. Tras el agresivo joven llegaron tres jóvenes más, todos con pelo muy corto medio rapado y estética bakala, a los que después se incorporaron cinco más, hasta un total de nueve agresores, con una edad que promediaban de unos 20 años.
El marido de Mónica trató de mediar iniciando un comentario tranquilizador hacia el joven agresivo; la respuesta fue un puñetazo en la cara que le tumbó y después se le echaron encima los otros agresores propinándole patadas y puñetazos múltiples. Mónica, acompañada de su hija de 15 años y un niño de 8, trató de defender a su pareja y recibió una agresión brutal, la golpearon en el vientre y acabó bañada en sangre con una ceja partida, una fractura craneal en la parte posterior de la cabeza. Los otros hijos y familiares ecuatorianos, fuera del lugar donde se estaba produciendo la agresión, al oír los gritos de socorro corrieron a auxiliarles y en ese momento se incorporaron el resto de jóvenes agresivos que machacaron a golpes a los otros familiares. Ni los niños pequeños se salvaron, su hija de 14 años se llevó un puñetazo en la cara y al menor de 8 años le propinaron un guantazo.
Las víctimas no se explican lo sucedido, sobre todo por la saña y odio que percibieron en una agresión que continuó hasta la llegada de la policía que fue avisada por una niña de la familia, momento en que que los nueve agresores se refugiaron en la casa de uno de ellos, muy próxima al lugar de los hechos. Cuatro miembros de la familia ecuatoriana tuvieron que ser atendidos en el Servicio de Urgencias del 12 de Octubre; a Mónica le dieron 7 puntos en una ceja y 4 grapas en la brecha de la cabeza, ha tenido vómitos de sangre y secuelas en la movilidad de la piernas, una semana después aún permanece en cama; su marido Freddy resultó con fuertes contusiones en la cara y daños en las costillas que le impiden respirar con normalidad; Richard, primo de Mónica, resultó con herida facial y aún está sorprendido de la forma de pegar de ese grupo, los describe como una “jauría” en donde solo gritaba uno y los demás pegaban; Alexis, hijo de Mónica, también resultó con policontusiones.
No fue motivado por una discusión vecinal, como en estos casos suelen decir quienes agreden a los inmigrantes motivados por el odio xenófobo. Los vecinos del bloque donde vive parte de la familia ecuatoriana, describen a estos inmigrantes como “buena gente trabajadora”, muy cordiales y en modo alguno agresivos. Por el contrario, los vecinos conocen bien a este grupo de jóvenes, frente a los que muestran numerosas preocupaciones por los problemas que dan y su carácter agresivo. Se sienten bajo su amenaza y los vecinos quieren convivir en libertad.
Movimiento contra la Intolerancia se ha personado en solidaridad con la familia ecuatoriana víctima de la agresión xenófoba y prepara la querella criminal de la acusación conjunta, familiar y popular, que en los próximos días presentaran en el Juzgado contra este grupo de nueve agresores, además de otras acciones humanitarias al respecto.
Mientras avanza la acción judicial, en breve, Movimiento contra la Intolerancia informará a la Embajada Ecuatoriana en Madrid de los hechos y comentará la situación difícil de la familia, con algunos en paro y otros de baja médica por las secuelas de la agresión. También Movimiento contra la Intolerancia pondrá en conocimiento de la Delegación de Gobierno de Madrid y del Consejero de Inmigración de la Comunidad Autónoma para reclamar medidas ante estos hechos.
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