Okupación truncada en Fuenlabrada

A finales de Marzo de 2009 , un grupo de jóvenes antifascistas de Fuenlabrada, nos percatamos de la existencia de un lugar en nuestra ciudad que estaba deshabitado desde hacía casi dos años, y no había signos de que fuese a ser derribado ni remodelado, asique tras una reunión para aclarar lo que íbamos a hacer, nos dirigimos palanca en mano a investigar el sitio en cuestión. Grata sorpresa nos llevamos cuando al entrar comprobamos que era un espacio inmenso de tres plantas , para hacerse una idea, eran unas piscinas cubiertas, solo que la planta del medio era todo un agujero donde se suponía debía estar la piscina grande en su momento, en esa planta no había mucho que ver, un espacio con parqué donde se suponía que hubo un gimnasio y otra piscina mas pequeña esta si con azulejos y demás incluyendo la iluminación. Pero donde realmente nos llevamos la sorpresa fue en la planta de abajo, encontramos unos baños intactos, nuevos, con 12 duchas igualmente en perfecto estado y justo al lado un vestuario el cual conservaba aun todas las taquillas con sus llaves puestas, tras ver esto a todos nos inundó un profundo sentimiento de felicidad al imaginar lo que podríamos convertir todo ese espacio muerto, asique rápidamente subimos a la tercera planta, donde encontramos una sala grande con mesas y sillas de terraza y una cristalera con una puerta que efectivamente, daba a una terraza de unos 60 metros cuadrados, hacia el otro lado de la planta, unas gradas típicas de polideportivo desde donde se podía ver prácticamente la segunda planta y la planta baja enteras.

Al día siguiente nos reunimos y concretamos lo que íbamos a hacer, ocupar el lugar para convertirlo en un centro social , había espacio para lo que quisiéramos, pensamos en talleres, actividades varias, incluso ya teníamos pensado donde íbamos a ubicar una sala de proyecciones y charlas, por supuesto estuvimos barajando la idea de hablar con los vecinos del barrio para comentarles nuestras intenciones y que nos diesen su visto bueno ya que no queríamos que pensasen que nos metíamos ahí para drogarnos, emborracharnos y hacer el canelo o quien sabe. De hecho, también sopesamos la idea de , en un futuro próximo, organizar algún tipo de competición deportiva para los jóvenes del barrio puesto que al lado del futuro CSOA había unas pistas de fútbol.

A los dos días de rondar el lugar decidimos empezar a hacer permanencias nocturnas, esperando que apareciese la policía con , o sin la orden para abandonar el lugar aunque primeramente solo esperábamos el aviso. Durante el tiempo que estuvimos dentro, adecuamos cada habitación limpiando cada una de ellas, e incluso el espacio central de la planta baja, lo cual nos llevo mucho esfuerzo ,trabajo y tiempo ya que el piso era de tierra y escombros , y era donde teníamos pensado construir un pequeño escenario para los conciertos y demás actividades que lo requiriesen. Por encima de todo, arreglamos la sala de la tercera planta al lado de la terraza porque fue donde hicimos las permanencias, teníamos allí todo el material incluso la comida y los colchones.

Al cabo de mas o menos un mes, tras una reunión de cierto colectivo, íbamos a abrir la puerta para que saliesen unos compañeros, cuando nos encontramos de frente con dos policías municipales (luego llegarían nacionales también) que habían abierto la valla exterior forzando el metal. La sorpresa claro está, fue mutua, por lo que algunos de los responsables salimos a dialogar con ellos para explicarles que es lo que estábamos haciendo ahí, se les explicó que ese era nuestro hogar desde hacia casi un mes y que sin una orden judicial no lo abandonaríamos, en fin lo típico en estos casos. Esperamos a que viniese su jefe en otra patrulla y acordamos que se quedasen fuera hablando con ellos vari@s compañer@s una de las cuales había compulsado su DNI en la comisaría para, llegado este momento, tener todo preparado y que no hubiese mayor problema. La actitud de la policía fue manifiestamente calculadora como cabía esperar tratándonos de engañar con fútiles artimañas que afortunadamente conocíamos de sobra. Las amenazas de diverso tono fueron repetidas. Justificaron estar dentro de la valla señalando que ya estaba abierta y preguntando maliciosamente si no nos habíamos percatado de que y alguien había entrado aquella noche, suceso que ya entonces nos preocupaba ante las diversas evidencias que habíamos observado al llegar aquel día. No faltaron advertencias como: “mejor por las buenas que por las malas, os avisamos” o “si ahora llega mi jefe y quiere hacerlo por las malas se hace, y luego si queréis vais y ponéis una queja”. Tras una larga conversación llegó el jefe que nos estuvo dando una intensa clase de valores cívicos y morales del ser humano intentando convencernos de la lacra en la que nos íbamos a convertir en el futuro si seguíamos por ese camino (incluso advirtiéndonos, majo de él, que el borrón de un delito así nos impediría opositar a maderos en un futuro), por supuesto fuera del edificio ya que les impedimos el paso en todo momento. Se fueron diciendo que ya volverían con una orden. La frase final fue premonitoria de los sucesos que no tardarían en tirar por tierra nuestro proyecto. El clarividente poseedor de la razón en clave de fuerza bruta, coerción y con el respaldo de un sustrato jurídico perenne e incuestionable en unos casos o papel mojado en otros (según interese); sus ojos brillantes, sus pupilos expectantes, su ánimo y convicción palpitantes, extasiado blandiendo la espada de la legalidad y con el argumento de la propiedad por blasón se dirigió a nosotr@s l@s parásitos, soñador@s, vag@s, descarriad@s, acaso enferm@s mentales o víctimas de los caprichos biológicos de la juventud en los siguientes términos: “ojala esta noche alguien más grande y fuerte que vosotr@s venga y os eche”. Sólo el silencio siguió al comentario y quizás la sospecha general de que las dotes de videncia le son menos intrínsecas a un cargo como tal que las de cuidadosa planificación y represión tal vez sazonadas por la suficiencia de un comentario amenazante.

Al día siguiente, un 20 de Abril de 2009, sobre las 7 de la tarde, nos encontrábamos cinco compañer@s en la sala de reuniones, después de haber estado limpiando toda la tarde el futuro escenario, cuando un@ de nosotr@s escuchó un fuerte golpe en la planta de abajo, cual fue su desafortunada sorpresa cuando al asomarse, vio como 15 individuos a cada cual mas grande, se adentraban en el edificio armados con palos y cadenas, al ver a la persona que había asomada, echaron a correr escaleras arriba para buscarnos, rápidamente y sin pensarlo salimos a la terraza ya que en ese momento no supimos muy bien como actuar, uno de los compañeros intentaba sujetar la puerta de la terraza para que no accediese nadie ignorando en todo momento quién se encontraba al otro lado, cada golpe que daban a la puerta , echaba para atrás al compañero que la sujetaba , de repente viendo que por la puerta no podrían entrar sin mucho esfuerzo antes, comenzaron a romper los cristales con una cizalla, cristales tan gordos como los de un escaparate, solo les hicieron falta 4 o 5 golpes para derribarlos, en ese momento no nos quedó otra opción mas que la de retroceder y esperar a ver que es lo que ocurría, asombrados comprobamos como entraban por la cristalera los matones acompañados por un policía vestido de paisano, el cual ignoraría por completo que nosotros si sabíamos que era policía, era el único que parecía mantener la calma, ya que otro sin embargo, un hombre joven de unos 27 o 28 años con la cabeza afeitada, al igual que al menos 4 mas entre ellos , dos de ellos neonazis que pudimos reconocer, no hacia mas que gritar extremadamente exaltado que ese era su negocio, que "unos guarros no se lo íbamos a joder", repitiendo varias veces lo de "guarros", insulto clásico entre los neonazis para referirse al movimiento antifascista. Aunque reconocimos a 2 entre ellos, no eran todos neonazis ni mucho menos, el resto simplemente parecían los típicos matones carne de gimnasio , incluso alguno de ellos parecía turco o búlgaro. Preguntaban además por la persona que había compulsado el DNI (que la policía había comprobado el día anterior) ardientemente. Ante esta situación el policía nos dijo que recogiésemos las cosas y nos largásemos de allí, mientras lo hacíamos y el tipo exaltado se dedicaba a tirar nuestras cosas por todas partes, a una compañera casi la tiran al suelo agarrándola del pelo y a otro compañero le dieron una patada en la espalda. Cuando estábamos en la puerta saliendo del lugar, un compañero intentó explicarle al exaltado, que no estábamos haciendo nada malo que no sabíamos que era su negocio y solo eramos chicos de barrio , que no comprendía por qué ese dispositivo de matones, a lo que tras mandar callar a este tipo, el hombre agarró al compañero por el hombro y levantándose la camiseta dejando al descubierto la culata de una pistola, le dijo: "mira esto chico de barrio, como vuelva a veros por aquí os pego un tiro a ti y a la zorra de tu novia". Tras esto abandonamos el lugar con todas nuestras pertenencias, o al menos todas las que nos dio tiempo a coger entre insultos y algún golpe.

Hemos querido difundir este relato de algo ocurrido en nuestra ciudad, para que la gente de fuera conozca la realidad de Fuenlabrada, una ciudad controlada por una policía corrupta (no damos con ello a entender que luchemos por una policía conforme a la legalidad). Por suerte o por desgracia, es la primera vez que se actúa así ante una ocupación en nuestra localidad, muchos compañeros durante años han ocupado distintos lugares siempre abandonados, sin mucho éxito siempre ya que ante este tema los que mandan aquí son totalmente inflexibles, al contrario de la permisividad con la que actúan ante la infinidad de denuncias que recibe el bar nazi "La cantina" que tras 15 años de agresiones y actos delictivos contra el pueblo y el antifascismo, sigue en pie y nos da la sensación de que cuanto mas tiempo pasa, mas suelta tienen la correa estos cerdos por parte de su ayuntamiento y su policía. Los jóvenes anticapitalistas de Fuenlabrada no nos daremos por vencidos ni por mil años de represión que nos esperen, seguiremos siempre vivos y en primera línea para contrarrestar cualquier ataque del sistema como hemos hecho siempre.