La represión al movimiento antiautoritario y anarquista en Barcelona siempre ha existido. No victimizamos por ello, nos asumimos como enemigxs del estado, el patriarcado y el capital. Sabemos las consecuencias que ello depara, los castigos que nos tienen preparadxs aquéllxs que sustentan el poder. Más nos superan las ansias de libertad, no sabemos ni queremos seguir viviendo en este mundo de mierda.
Algunas personas gritan basta a la represión. Y deciden salir a la calle. En contra de las penas multas, por la libertad de Joaquín, Amadeu y todxs lxs presxs, en apoyo a diferentes juicios que están por llegar y, en definitiva, por el fin de la sociedad carcelaria.
Recordemos que las últimas manifestaciones que se sucedieron ni siquiera pudieron empezar, ya que la policía comenzó a identificar a la gente que se encontraba concentrada y acordonó toda la manifestación, impidiendo que la gente pudiese salir o entrar, reteniendo a lxs manifestantes durante horas. En otras ocasiones cargaron directamente, deteniendo a varias personas. Así que también nos encontrábamos a la expectativa de si podríamos salir o nos tendrían preparado un cordón policial.
Nos concentramos todxs en una plaza. No hay policía uniformada a la vista. Sí que hay lecheras por los alrededores. Esperamos a que lleguen todxs. ¿Pero cuántos? Siempre con el ansiado número en nuestras cabezas. Nos gustaría ser más, no porque creamos en las masas, ni porque pensemos que el número determina el momento de accionar, ni porque estemos esperando que se den las condiciones adecuadas (sabemos que se puede actuar en cualquier momento y no queremos esperar a nadie) sino para hacer una buena demostración de fuerza. Pero somos lxs que somos y debemos asumir que la fuerza y la solidaridad se encuentran en la calidad de éstas, no en su cantidad.
La marcha comienza con un cierto retraso. Se hace el recorrido señalado y se finaliza sin la incursión de la policía, la cual se situó con algunas furgonas por detrás y por el camino nos fuimos encontrando algunas más, paradas a los lados. No queremos hacer un análisis cronológico de lo que fue aconteciendo durante la marcha así que nos centraremos en algunos puntos que encontramos interesantes recalcar. Nos referimos más a la actitud con la que algunas personas acuden a la manifestación. Ahí es donde nos referimos a la calidad, qué importa el número cuando no hay actitud combativa. Más vale ser 50 pero con ganas y convicción que 500 que no saben ni por donde les da el aire.
Este texto pretende ser una crítica constructiva, para mejorar algunas cosas que flojean y reforzar aquéllas que apuntan en la dirección correcta. Sí es un ataque directo hacia aquellas personas que muestran actitudes inconcebibles, no vamos a seguir permitiendo según que situaciones. Esto no es un juego, es una guerra, estamos hablando de personas presas, muchas de las cuales han perdido su libertad luchando, así que para quien esto sea una alternativa de vida o una forma de pasar el tiempo, que se vaya a su casa o se haga hippie.
Vamos a enumerar algunos aspectos que creemos negativos y que debemos cuestionarnos seriamente.
1. La policía aprovecha las manifestaciones para sacar fotografías y grabar. Sabemos que la lucha carcelaria es el mayor cebo que utilizan en sus investigaciones. De ahí sacan nombres, relaciones entre personas, crean células terroristas. Por eso vemos importante camuflarse en cierta manera, intentar no ser reconocidx. Cambiar en cierta manera tu aspecto. Taparte los tatuajes que tan identificativos son. Además a la hora de disolver la manifestación y separarse del grupo es muy importante pasar desapercibido, pues los secretas están al acecho para detener a gente si tienen orden de hacerlo, y obviamente si vas con todas las pintazas o con tu camiseta con la A circulada se lo estás poniendo pero que muy fácil. Y si en la mani han habido destrozos te los vas a comer tú, solo necesitan una cabeza de turco.
2. Creemos que muchas veces no somos conscientes del lugar en el que estamos. Una manifestación se hace para tomar la calle, para hacernos visibles, para repartir propaganda sobre lo que sucede y para que la gente no se entere porque obviamente en La Vanguardia no hablan de eso ni queremos que lo hagan. Gritamos por nuestrxs compañerxs que no pueden hacerlo junto a nosotrxs. Y muchas veces el panorama es lamentable. A veces utilizamos ese espacio creado para encontrarnos con gente que hace tiempo que no vemos, nos saludamos y nos ponemos a hablar de nuestras cosas, y la manifestación se acaba convirtiendo en un paseo pero en vez de por la acera, como haríamos normalmente, por el medio de la calle. No nos parece el momento.
3. Por supuesto y no podían faltar: la cerveza y los porros. Así pasamos del concierto por la noche al after en la mani. Y nuestros ojos se pueden deleitar con este deplorable espectáculo: litronas y litronas circulando entre la gente. ¡Una manifestación no es una fiesta! ¿En serio os parece el espacio para beber? Y por supuesto al cabo de un rato la gente se empieza a parar en las esquinas para mear, con el peligro que supone eso: alejarse de la mani y estar pendiente de que nadie increpe a esa persona. Pues por alguien que se juega el pellejo pintando o encartelando si nos paramos y si es necesario hincharse a ostias con el demócrata de turno o con la policía lo hacemos pero por alguien que se ha alejado de la mani porque ha estado privando y se mea nos negamos. Luego las consecuencias las pagamos todxs.
4. También está el tema de las fotografías. Están lxs espectadorxs que nos ven como espectáculo y hacen fotos, luego vete a saber para que las utilizan y con lxs que hay que tener una actitud clara y directa. También entra ahí la prensa. Pero también están lxs que pertenecen a la manifestación y hacen fotos. Personas que conocemos y que son de confianza. ¿Pero para qué quieren esas fotos? Si es para publicarlas lo sentimos pero no queremos ver unas fotos nuestras en ningún medio contrainformativo, me da igual si se me pone esa rallita negra en los ojos. No es necesario. No somos circo ni espectáculo. Además si detienen a esa persona durante la mani y le quitan la cámara enmarrona a un montón de gente.
5. Para acabar queríamos comentar el tema de las cosas que se gritan en las manifestaciones. A veces nos preguntamos que hacemos allí si no nos identificamos ni con las consignas que se están gritando. Frases como “Le dicen democracia y no lo es” merecen su justo análisis. ¿Acaso queremos reformar a la democracia, queremos una democracia más justa, con policía buena que esté al servicio del ciudadano? Nosotrxs queremos destruir a la democracia. Y nos tiene que quedar claro que la democracia es esto y no otra cosa: policía, cámaras de videovigilancia en las calles, cárceles…y todo el aparato represivo que cualquier estado tiene para destruir a la disidencia y mantener el orden. Así que “Le dicen democracia y lo es”.
Otra frase que nos llama la atención es “Sin justicia no hay paz”. Nosotrxs no vamos a una manifestación para pedir justicia, porque no la reconocemos ni creemos en ella, ni siquiera con el término reapropiado, ya que podríamos hablar de nuestra propia justicia.
6. Ah! ¡Se nos olvidaba! ¡En la manifestación del 27 de junio había un payaso! Si, si un payaso tal cual, con sus zapatones y su traje a colores. Pues decir que ante esa gente que hace de nuestra lucha espectáculo y circo hay que dejarles las cosas claras. Sin el buen rollito y la tolerancia. Porque somos intolerantes con lxs que juegan con nuestras vidas y hacen de nuestra lucha un espacio de recreo y diversión.
No todo es negativo para nosotrxs así desde aquí queremos felicitar a la gente que estuvo pintando y encartelando incansablemente, a la iniciativa de aquéllxs que decidieron montar una manifestación para gritar basta, a la organización y al esfuerzo de éstxs.
A la gente que sí tuvo actitud y estuvo por la manifestación, llevando pancartas, repartiendo octavillas y dejándose la garganta gritando.
Un saludo a todxs lxs que hacen de su lucha algo cotidiano, a lxs que arriesgan. Y a lxs que tienen procesos judiciales abiertos y están sufriendo la represión, todo nuestro apoyo y solidaridad.
QUE LA GUERRA SOCIAL SE EXTIENDA COMO LA PÓLVORA.
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